Magnífica entrevista la de Marisa Risueño, presidenta de la asociación protectora de animales Sirius Canarias publicada en el diario digital Canarias 24 Horas.Se necesita una ardua labor de concienciación social para superar el atraso que sufrimos frente a otros países más civilizados. Un individuo que maltrata a los animales, ¿no creen que puede ser susceptible de ser también cruel con otros humanos?
viernes, 8 de mayo de 2009
El efecto espejo
El mundo está loco, no se si esto ha pasado siempre, pero hablo de la época que me toca vivir y me asombra la falta de respeto que existe hacia todo. Los seres humanos del llamado Primer Mundo, nos hemos convertido en seres egoístas y malhumorados.
Si es que no hay más que llamar por teléfono a cualquier sitio y colgar asqueada por el tono de antipatía de quien atiende… Algunas veces, salgo de casa dispuesta a ser solidaria con quien me tropiece y la alegría me la interrumpe el primer coche que me hace una maniobra rastrera para no cederme el paso, o el empujón de alguien para entrar el primero en el vagón de metro, o los berridos de una vecina que tengo que llama a sus hijos y a su perro “hijos de p…”, o leyendo el periódico, donde las noticias son de lo más agrio…
Y no, me resisto a contagiarme de esa apatía, de ese malhumor y de esa insolidaridad.
No le echemos la culpa a los que mandan de las cosas que no se hacen con respeto. No les echemos la culpa a los políticos, ni a los jefes, ni a los empresarios, ni a nuestros padres… la culpa es nuestra, de cada uno, porque el esfuerzo por ser civilizados es algo individual.
En el "mundo del respeto" no hay clases sociales, ni dinero. El "mundo del respeto" es universal.
Intentemos, desde que nos despertamos, ser mejores personas. Para esto no hay cursos ni manuales, sólo hay voluntad de serlo.
Y hagamos como dice la canción de Jorge Drexler “Todo se transforma”
"Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma".
En este blog tengo el objetivo de exponer distintos aspectos en los que podemos mejorar nuestra capacidad de ser respetuosos e invitar a los ciudadanos a mejorar como personas. Si cada día, somos respetuosos con, al menos una sola cosa, el hecho se reflejará en el conjunto global del Respeto.
Quizás muchos piensen que su acción del día no se va a notar en la inmensidad, pero pueden estar seguros de que una simple sonrisa telefónica, llena de buenas sensaciones a quien la percibe.
Simplemente, tratemos de ser felices con nosotros mismos.
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