"Y si no se te parte el corazón al saber lo que le están haciendo al mundo que amamos, siento lástima por ti, quizás ya no estés vivo. Pero si la muerte del planeta que amamos te hace llorar, entonces coge esas lágrimas y conviértelas en acción.". . . Rod Coronado.
Muchos de nosotros tenemos la grandísima suerte de haber nacido en el seno de una raza aceptada, en una familia que nos ha dado todo, con un elevado nivel formativo que nos permite vivir con holgura, con una buena alimentación y con unos privilegios que, por supuesto, debemos aprovechar.
Estas armas nos confieren a veces una vanidad de la que no somos conscientes, nos hace vivir de espaldas a la realidad y opinar de una forma frívola sobre asuntos de los que ni siquiera estamos bien informados.
Considero que la mejor forma de cambiar es conocer pero esto lleva un proceso bastante largo y complicado. Al principio de un estado de frivolidad, uno no es consciente de nada, no se plantea muchas de las injusticias que se cometen o incluso, sabiendo que hay "cosas y gente mala" en el mundo, nos vemos sumidos en un estado de conformismo. Simplemente, no quieres ensuciarte la mente con imágenes desagradables que te afean un día de sol.
Pero algo se cuece en el interior de algunas personas que piensan que tienen que ver la verdad y llega el día en el que empiezan a documentarse y empiezan a aceptar, no a asumir, las verdades más incómodas y desagradables.
La visión de estas verdades, nos hace llorar de rabia, al ser consciente de tantas injusticias, pero nos da madurez, seguridad y nos hace ponernos en marcha. Cuando ves la verdad, tu ideología se hace tan fuerte que nadie es capaz de hacerte sentar en el sofá mientras ves a gente y a animales sufriendo.
Es la supremacía de los más poderosos sobre los débiles
Como ejercicio "antifrivolidad" te aconsejo ver el siguiente documental. Se llama Earthlings, producido y dirigido por Shaun Monson y coproducido por Persia White. La película fue narrada por el actor de Hollywood y activista Joaquín Phoenix. La música es del también activista Moby.
El documental es largo, pero tómate un descanso para verlo porque merece la pena. Igual te deja huella ¿lo quieres intentar?
